jueves, 31 de enero de 2013

Oxitocina, la hormona del amor

Nuestra existencia no seria posible sin el vinculo entre un hombre y una mujer, un bebe no sobreviviría mas de un día sin el cuidado amoroso de su madre, y nuestra sociedad no seria capaz de prosperar si no formaramos grupos sociales en que apoyarnos para resolver nuestros problemas, así que, ¿porque lo hacemos?, ¿que nos motiva a buscar una pareja, cuidar un bebe hasta que pueda valerse por si mismo o formar un circulo de amigos?, aunque la respuesta parezca obvia lo que no es tan obvio es el mecanismo fisiológico que rige estas conductas.
 
Seguramente la naturaleza hace millones de años supo la importancia de instalar en nuestros cerebros estas conductas, y mucho mas la necesidad de repetirlas y heredarlas. Si por accidente lastimas tu dedo con el fuego experimentaras un sentimiento indeseable llamado dolor, este se grabará permanentemente en tu memoria para tener mas cuidado en el futuro, esto es importante para tu supervivencia, por otro lado, si conoces a esa persona especial y recibes el flechazo de cupido, esto generara en tu cuerpo una sensación de bienestar tan agradable que solo querrás repetirla de nuevo.
 
A Meany y Zhang y cols, les inquietó la misma duda, y se dieron a la tarea de investigar las bases fisiológicas de estas conductas, encontrando a la oxitocina como principal, autora de las mismas (1)(2). Mellis y Argiolas describieron la interacción que hay entre las células neuronales encargadas de producir oxitocina con las neuronas mesolimbicas productoras de "la hormona de la felicidad", la dopamina, que a final de cuentas es quien nos da esa recompensa positiva ante cualquier acción buena que hagamos en nuestras vidas, y entre mas repitamos esas conductas positivas, mas dopamina recibiremos y por ende mas felicidad (3). Muchos estímulos pueden hacernos producir oxitocina y después dopamina, principalmente aquellos que tengan relación con el amor como los abrazos, besos y caricias intimas, ahora ya sabes porque estas acciones nos hacen feliz.
 
Ruth Fledman describió que la oxitocina incrementa la actividad dopaminergica en la corteza cerebral prefrontal dando como resultado una motivación a la unión sentimental con otro ser humano (4). Aun mas, la oxitocina no deja de sorprendernos con sus funciones, ya que en otros estudios se la ha asociado directamente con una mejora de la función del sistema inmunológico (5), y como dijimos, si la oxitocina es estimulada mediante nuestra interacción con otras personas como buscar una pareja, entonces unir nuestra vida emocionalmente a otra persona es una garantía de salud.
 
La cantidad de literatura científica que estudia a la oxitocina y su relación con las conductas filiales esta creciendo velozmente. No nos queda duda que la oxitocina es una hormona muy valiosa ya que gracias a ella hemos conseguido la capacidad de vincularnos con otro ser humano, primero para reproducirnos, segundo para cuidar de las nuevas generaciones desde que nacen hasta su independencia, y tercero para unirnos en grupos sociales con el fin de protejernos y unir fuerzas para fortalecernos y prosperar.
 
Para mas información anexamos las siguientes referencias, nos vemos en la siguiente entrada.
 
Referencias
 
1. M.J. Meaney, Maternal care, gene expression, and the transmission of individual differences in stress reactivity across generations, Annu. Rev. Neurosci., 24 (2001), pp. 1161–1192Annu. Rev. Neurosci., 24 (2001), pp. 1161–1192
2. T.Y. Zhang, M.J. Meaney, Epigenetics and the environmental regulation of the genome and its function, Annu. Rev. Psychol., 61 (439–466) (2010), pp. C431–C433
3. M.R. Melis, A. Argiolas, Central control of penile erection: a re-visitation of the role of oxytocin and its interaction with dopamine and glutamic acid in male rats, Neurosci. Biobehav. Rev., 35 (2011), pp. 939–955
4. Ruth Feldman, Oxytocin and social affiliation in humans, Hormones and Behavior, Volume 61, Issue 3, March 2012, Pages 380–391
5. A. Macciò, C. Madeddu, P. Chessa, F. Panzone, P. Lissoni, G. Mantovani, Oxytocin both increases proliferative response of peripheral blood lymphomonocytes to phytohemagglutinin and reverses immunosuppressive estrogen activity, In Vivo, 24 (2010), pp. 157–163

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